Sin embargo para entre 15 y 20 de las 12.643 especies de hormigas que se conocen en el mundo esto no es suficiente y pueden formar super colonias de hormigas con varios nidos, varias reinas y miles de millones de individuos, extendiéndose sobre grandes áreas de terreno y acabando con otras especies de hormigas. Estas super colonias pueden crecer a un ritmo increíble, hasta 30 metros en cualquier dirección por año y ser realmente densas, encontrándose un nido por metro cuadrado. Si no encuentran en su camino obstáculos geográficos pueden seguir creciendo casi indefinidamente.
Dignas de estar también entre las mayores concentraciones de animales que podemos encontrar en la naturaleza.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha incluido a 5 de estas super colonias entre las 100 especies invasoras más perjudiciales para la biodiversidad en la Tierra.
Entre ellas, la que más éxito ha tenido es la hormiga argentina (Linepithema humile), una especie originaria de Argentina, Chile y Paraguay que ha conseguido expandirse a todos los continentes excepto a la Antártida, formando super colonias en Europa, California y Japón y llegando a sitios tan alejados de su hábitat natural como Hawái o Nueva Zelanda. Se cree que llegaron a estos lugares provenientes de una supercolonia de hormigas en Sudamérica hace aproximadamente 100 años en barcos mercantes.
Hasta el año 2000, la mayor super colonia de hormigas conocida se localizaba en Ishikari, perteneciente a la prefectura de Hokkaido en Japón. Se estimó que esta super colonia estaba formada por 306 millones de hormigas obreras y cerca de un millón de hormigas reinas viviendo en más de 45.000 nidos conectados entre sí por pasadizos subterráneos, cubriendo un área total de 2,7 kilómetros cuadrados.
Poco después, en el año 2002, se publicó un informe sobre la mayor super colonia de hormigas que existe en el mundo. Se trata de una enorme super colonia de hormigas argentinas localizadas en sur de Europa que abarca desde el norte de Italia hasta la costa Atlántica de España y Portugal, alcanzando una increíble extensión de 6.004 kilómetros. Esta supercolonia está formada millones de hormigueros y miles de millones de hormigas obreras considerándose por ello la unidad cooperativa más grande del reino animal.
Pudieron entrar en Europa hace unos 80 años probablemente a través de plantas importadas y en poco tiempo desplazaron o acabaron con gran parte de las más de 20 especies nativas de hormigas europeas. La lucha por expandirse es constante y en muchos casos tiene que hacer frente a otras colonias de hormigas rivales con las que muestran gran agresividad. Uno de ellos se sitúa en la Peninsula Ibérica, se trata de una supercolonia rival de hormigas localizada en Cataluña. Otra de las super colonias de hormigas conocida está en California (Estados Unidos). Se extiende desde la frontera con México recorriendo gran parte de la costa californiana a lo largo de 900 kilómetros. Son también de la especie de hormigas argentinas, una especie invasora en el país que pudo llegar a la zona de Los Angeles en torno a 1908 y comenzar su expansión. Se cree que otra supercolonia se está extendiendo también por el sur del país y podría haber llegado ya al Estado de Georgia.
La última super colonia de hormigas descubierta hasta la fecha se sitúa en Australia y fue descubierta cerca de Melbourne en el año 2004. Llegaron al continente australiano en 1939 matando a las hormigas nativas y formando una super colonia propia. Su extensión actual es de 100 kilómetros y se las considera una gran amenaza para la biodiversidad de la zona por la gran cantidad de insectos que consumen.
Si bien estas gigantescas supercolonias de hormigas son ya impresionantes de por sí, lo es aún más el último descubrimiento que se hizo público en 2009. Tras estudiar las tres supercolonias de hormigas argentinas en Japón, California y Europa, los investigadores llegaron a la conclusión de que forman parte de una especie de Megacolonia de hormigas global.
Se realizaron experimentos juntando hormigas de las distintas supercolonias y se dieron cuenta no solo de que estaban relacionadas genéticamente, además se relacionaban entre sí, negándose a luchar entre ellas como sí hicieron con otras especies de hormigas durante el experimento. Actuaron como si pertenecieran a la misma colonia, cooperando entre sí a pesar de vivir en diferentes continentes y estar separadas por vastos océanos. Se demostró por tanto la existencia de una megacolonia mundial que asombra a los científicos. Una dominación del planeta que podría rivalizar con la del ser humano aunque a la escala de las hormigas.
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